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  La Navidad de Nietzsche Sélestat es una localidad del noreste de Francia que celebra, en estos días, el quinto centenario de la más antigua mención existente del árbol de Navidad. Se trata del registro, en un libro de cuentas, que se encuentra en un archivo municipal, del pago de cuatro “schillings” a los guardas forestales para que, por santo Tomás, vigilasen el bosque. Era en la fiesta de ese Apóstol, que ahora es el 3 de julio, pero su martirio se recordaba, por entonces, litúrgicamente, el 21 de diciembre, cuando la gente del pueblo podía cortar los abetos o algunas ramas, actividad ilegal fuera de esa fecha, que habrían de colocarse en lugares significativos durante la Navidad. Los estudiosos reconocen, en esa breve anotación, una referencia implícita a la costumbre de la tala y ornato de las pináceas para engalanar casas y plazas por el Nacimiento de Cristo.  Además de mostrar, en una exposición, el libro de cuentas y otras obras alusivas al árbol de Navidad, de 1555 y 1600, se
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Boletín de Caritas arciprestal  Villaviciosa Aporofobia El pasado mes de octubre se organizaba en una diócesis colombiana un Congreso sobre pobreza y tolerancia y al obispo del lugar se le ocurrió acudir al mismo disfrazado de “pobre”. Accedió sin que nadie se lo impidiera y probó a ir sentándose en distintos bancos y en todos se encontraba con la misma reacción: quienes estaban sentados cerca se cambiaban de sitio. En un momento dado fingió que desfallecía y se caía y nadie hizo ademán de ayudarle. Naturalmente los asistentes eran personas preocupadas por el problema de la pobreza, quizás en su mayoría voluntarios de organizaciones caritativas, incluida Caritas, pero el prelado sintió en sus carnes, y así lo declaró al final del “experimento”, el rechazo de unos y la indiferencia de la mayoría. Ni que decir tiene que lo que pasa en Colombia pasa también aquí: una cosa es ser solidario con los menesterosos a distancia y otra es tenerles al lado. Y una cosa es ayudar a

Curso nuevo, Vicios viejos

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José Manuel Fueyo Méndez CURSO NUEVO, VICIOS VIEJOS A primeros de julio, mientras  miuras y victorinos alborotan las calles pamplonicas, los hermanos del Consejo Episcopal alborotan al albero diocesano con una ensalada de nombramientos que suelen generar más de una polémica. Como el criterio es que no hay criterios, cada año tienen que corregir nombramientos del año anterior, reconocimiento explícito de que se equivocaron. Pero la frivolidad genera que a varias parroquias les toca conocer a tres párrocos distintos tres años seguidos. Este año se batió el récord en la rapidez de la rectificación: el extraño nombramientos que se publicaba a primeros de julio para Villaviciosa y el de Cangas de Onís ya no valían a finales del mismo mes. La ausencia de criterios puede generar también que un hermano recién llegado de otra diócesis se convierta en formador del Seminario. A ver, hombre, bienvenidos sean los hermanos que llegan allende el Pajares o el Atlántico, pero, para for

San Roque (Tazones 2019)

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José Manuel Fueyo Méndez EL PERRO DE SAN ROQUE En el mundo del "descafeinado" en el que vivimos hasta la fe cristiana corre el peligro de ser descafeinada por muchos para hacerla más digerible. Y, dentro de la fe cristiana, se incluye el culto a los santos, cuya personalidad y virtudes nos caen tan altos que nos arreglamos para rebajarlos, de manera que nos resulten más cercanos. Ahí tienes, por ejemplo, al más popular, San Antonio de Padua, que era un cúmulo de virtudes y a nivel popular quedó con el cliché de ser un santo casamentero y el intercesor más socorrido para encontrar objetos perdidos. Su tocayo, San Antonio abad, era hombre de mucha oración y vida de silencio, pero resulta más fácil digerirlo como patrono de los animales domésticos. San Roque tuvo las agallas de dedicarse a atender a los afectados por la peste, allá por el siglo XIV, arriesgando su propia vida, es decir, cumplió al pie de la letra el mandamiento del Señor de amar hasta dar la vida

San Juan 2019 (Castiello)

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José Manuel Fueyo Méndez FELIZ Y SANA FIESTA     Me pide Pablo que escriba algo para el librito de la fiesta y lo primero que se me ocurre es echarles incienso a los miembros de la Comisión de Festejos por prestarse para esa tarea. Las fiestas nos gustan a casi todos, pero para organizarlas hace falta tiempo, buen humor y paciencia para soportar a los críticos, que nunca faltan.  Sin ánimo de interferir en la elaboración del programa de San Juan, como por deformación profesional le salen a uno consejos a tiempo y a destiempo, ahí van algunos. En las cinco zonas de Asturias en las que estuve destinado quedé con la impresión de que, en buena parte de fiestas y romerías, se gasta demasiado en música y pólvora y demasiado poco en otras cosas. Servidor prefiere una romería en la que los vecinos compartan una comida o una cena, amenizados por un simple acordeón, antes que gastarse la pasta gansa en una gran orquesta. Igualmente prefiero una fiesta en la que se organicen much

Santiago 2019 (San Justo)

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José Manuel Fueyo Méndez EL OTRO CAMINO DE SANTIAGO Aunque se trate de escribir para el folleto de una fiesta, el cura nunca deja de ser cura. Así que ahí va un rollete típico de cura: Más de tres veces y de custro tropecé con algún entusiasta del Camino de Santiago, que pretendía convencerme de las excelencias tanto espirituales como corporales del mentado Camino e intentaba animarme para que le acompañara en alguna etapa. De momento no caí en la "tentación". Y eso que me recomendó el médico caminar una hora diaria y algún día hasta lo cumplo. Pero, quizá porque me tocó atender parroquias por las que pasaba el Camino y aguantar peregrinos de todos los pelajes, le cogí una cierta tirria al dichoso Camino de Santiago y, cuando alguien me da la vara con las excelencias del Camino, ya cogí la costumbre de contestar: "¿Y por qué no haces tú el otro camino de Santiago?" ¿Que cuál es ese otro camino de Santiago? Pues un camino distinto para el qu

San Antonio 2019 (Villaverde/Careñes)

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José Manuel Fueyo Méndez Cuando me piden que escriba algo para los folletos o libritos que se hacen con motivo de las fiestas, suelo comenzar alabando la labor de las comisiones de fiestas por su trabajo, que suele generar más críticas que alabanzas. No sé cómo son las cosas aquí, pero, así como en alguna de las parroquias en las que estuve había vecinos que se escaqueaban y no colaboraban de ninguna forma, en otras incluso los vecinos que no iban por la fiesta ese año, por haberles muerto algún pariente, aportaban la cuota como los demás. ¡Y así debe ser! En vuestro caso alabo también el hecho de que os hayáis unido dos parroquias para celebrar a San Antonio. Sin despreciar a San Pedro ni a Santa Cecilia, no cabe duda que el santo paduano es el más popular, quizá porque sus devotos acuden a él para las cosas más variadas, desde recuperar objetos perdidos, hasta encontrar la pareja ideal para la vida. Vengo precisamente de la parroquia de Cangas, en la que se celebraba por t